jueves, 30 de julio de 2009

CAVILANDO EN LA ROTONDA

Al paso va, el caballo,
coceando en su camino.
 
Y cuando iba pa’l norte
ya cansado,
con el viento zonda en contra,
arañando los cascotes:
 
Llega el zaino
sin buscarlo,
bien de pronto,
a una rotonda.
 
Ve las huellas de las rutas
el jinete desde lo alto;
piensa en alto y para adentro:
 
me he quedado confundido;
iba firme en mi camino,
a pesar que era sufriendo;
 
pero ahora encuentro en cambio
tres senderos diferentes
que marean a mi mente
 
Veo al este cielo oscuro;
una tormenta atrayente,
buen beber para mi sed caliente
 
Y un paisaje muy hermoso,
colinas, hierbas frescas, y canto’e gallos,
de cucús y papagallos.
 
Las nubes vienen cargadas;
sería un chaparrón inteminable.
 
En la entrada hay policías, que quizás
harían mi ruta infranqueable.
Placeres y peligros se vislumbran;
posiblemente no me sean muy amables,
 
mas si paso con aplomo y gallardía,
-si Dios quiere, pues Él premia a su valía-
(y si no me tienta el verde)
 
al final me encontraría
-sin dudarlo, mis amigos-
¡con el dulce oro de la vida!
 
Por el oeste, se ve un camino, seco,
firme, seguro y abierto;
la razón y la intuición dicen:
“pasad, no perdáis esta oportunidad”
 
Se ven ríos, cada tanto, en la ruta,
y se anuncian un buen clima pa’este lao.
Sería una tranquila travesía,
con lluvias, lagunas, flores y prados
 
Tal vez sea algo triste la aventura,
y haya que trotar más que despacio...
si no se pierde la fe en el destino:
veo libertad tras el camino.
 
Al norte iba yo, sin preguntarme,
si habría otra ruta en el camino.
El viaje venía siendo muy calloso,
sin verdes, con lagos, con pozos.
 
Al norte sólo veo desierto,
y mi caballo está anclao de sediento.
 
Ni se sabe qué hay tras el mar de arena
y el agua que se busca:
mas bien parece espejismo.
 
Si se pasa, por milagro, ese desierto,
con ayuda de la fe, una amigo y mucho tiento
¿habrá al fin un buen paraje
para darle a este caballo abrevaje?
 
Si así fuera
¡qué valiente valentía
haber seguido por este norte cansino!
 
Pues estaría abierta la puerta
para ir al galope hacia la meta
de Vrindavan, ¡la tierra despierta!
 
Hoy me encuentro cavilando en la rotonda,
esperando un señuelo hacia algún lao.
 
Donde marque El Buen Dios su luz brillante,
irán este jinete y su caballo,
a cumplir su cometido en esta vida.

sábado, 18 de julio de 2009

SUEÑO DE AMOR

¿Cómo es que el sueño de vivir
eternamente y ser feliz
sufrió la triple destrucción:
invasión, violación y muerte?

Sueño de amor
Sueño, sueño
Sueño de amor

Nada cambiará para ti, mi reina:
Los rayos del amor jamás se cierran
A un alma como tu, sincera y tierna,
Aunque un loco militar inunde tus tierras.

Fuerte de paz
Muerte inerte
Fuente de paz

Y el sueño vio la realidad:
Por fuera su cuerpo explotó
De su jaula el ave escapó

La noche de la destrucción
La luna alumbró como el sol
Y dio vida a tu sueño de amor.

Vida a tu sueño,
Vida a tu sueño
Vida a tu sueño de amor

UNIDOS DOS

Unidos dos, dos partes de un corazón:
son días de amor, amor.
Estrellas del cielo, son de oro; caen,
y nutren los árboles de mi: de tu vitalidad.

Unidos dos,
dos partes de un corazón;
unidos dos…

A sentir, amor: a vivirlo.
Gopal es un niño azulado
que vino a crecer
en el centro de nuestro amor.

El tiempo, vuela, largo, fino;
y aunque es ciego sabe perforar
los canales del amor
que hemos tapado de temor;
cambia el viento…

¡Mirad, nuestros besos; son gigantes!
En silencio, grita nuestro amor.
¡Escuchad los timbres que anuncian
la apertura del portal del corazón!

Mi mano en tu pecho,
tu mano en mi ser;
tu mano en mi pecho,
mi mano en tu ser


Y ahora abrimos un paraguas
de lunas de colores
donde dentro, vos y yo
nos refugiamos del dolor.

Unidos dos, son nuestros pechos:
dos partes, partes de un solo corazón.
Y en nuestro círculo lumínico creamos
un gran moisés de cintas de seda azul
y que allí dentro se abra la sorpresa:
llega Gopal, el niño que trae luz,
brotando de dentro de cada átomo
de nuestra unión de cuerpos de tul.

Unidos dos,
dos partes de un corazón;
unidos dos…

Mi mano en tu pecho,
tu mano en mi ser;
tu mano en mi pecho,
mi mano en tu ser


Unidos dos,
dos partes de un corazón;
unidos dos…